El corazón de Aden estaba encerrado en hielo cuando cedió a la llamada del océano. Débil por la enfermedad, es atrapado en una red y arrastrado fuera del agua por personas que son más que humanas. Lobos malos. Todos menos uno.
Hay un truco para esconderse a simple vista: no hacerse notar.
Jeremy ha vivido entre las manadas durante meses, transmitiendo información a su manada exiliada para mantenerlos a salvo. Y luego el Alfa Prime captura a una sirena. Jeremy no puede dejar a Aden en sus manos, sabiendo hasta dónde está dispuesto a llegar para conseguir lo que quiere. Pero no hay nada simple en salvar esta sirena.
No todos los lobos son malos.
Aden no sabe si puede confiar en Jeremy, el lobo que lo lleva. Obligado a esconderse y atrapado en lugares cerrados, el miedo da paso a la fascinación y al anhelo de conexión, de contacto, de calidez para descongelar su corazón helado. Puede que a Aden se le estuviera acabando el tiempo, pero no había contado con la determinación de Jeremy para salvarlo.
¿Puede Jeremy competir con la llamada del mar?
Jeremy no se dará por vencido con Aden. La sirena no se parece en nada a lo que esperaba: es obstinado, valiente y tiene curiosidad por Jeremy y el mundo en el que se encuentra. Incluso sabiendo que el mar está llamando a Aden a su hogar, Jeremy no quiere dejarlo ir.
Mil gracias a AT!
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