Después de su divorcio, Victoria hizo una apuesta. Si no se vuelve a casar antes de cumplir 45 años, se queda con la casa del lago de su tía abuela. Todo lo que tiene que hacer es no enamorarse hasta entonces.
Fácil, ¿verdad?
A los 44 años, Victoria está soltera, con nuevas canas y NO está interesada en volver a casarse. Si consigue llegar a los 45 sin volverse a casar, ganará la casa del lago de su tía abuela. Sabe que no hay ninguna posibilidad de perder la apuesta. Porque no quiere volver a casarse.
Sin embargo, cuando llega a la ciudad lacustre de Darlingford, descubre que su casa ya está “ocupada". Por un hombre. Un hombre molesto, testarudo, pero encantadoramente guapo, que lo amenaza todo.
Pero ella no tiene que casarse con el hombre, ¿verdad?
La vida puede cambiar en un instante. Nunca es demasiado tarde para encontrar el amor de tu vida. Sigue a Victoria mientras encuentra la felicidad y los nuevos comienzos al otro lado de la pérdida y el dolor del corazón.
Mil gracias a SO!
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